Una persona que es ordenada da la impresión de ser disciplinada, madura, reflexiva, quizá por eso el orden nos parece tan atractivo, incluso nos da la sensación de paz y tranquilidad; mientras el desorden nos causa ansiedad.



Llego la hora en la que empezamos a sentir que el hambre nos ataca con todo y cualquier cosa se nos antoja. ¡No pensamos en otra cosa que no...
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